Domésticos

José María Perceval
Material de Historia
Cuentos anónimos árabes

Doméstico es la traducción de Mudéjar, y doméstico es el término que se emplea para los animales fieros y salvajes amasados y acostumbrados a la compañía del hombre. También se usa para referirse a personas intratables que se convierten en “sociables”. Los mudéjares eran pues musulmanes que pese a tener claras sus raíces, se habían amoldado a la sociedad cristiana y los propios cristianos de la época los consideraban domesticados, vasallos y sometidos como la propia palabra árabe mudayyan significa. Pese a esta “adaptación” se les expulsó de España en 1609; trescientas mil personas arrastradas a la mar hasta las costas africanas del Mediterráneo; con los “suyos”, los amazigues, también llamados beréberes, que por cierto procede de la palabra latina barbarus, es decir, bárbaros.

He indicado las dos acepciones de la palabra doméstico puesto que si bien convivieron como los más civilizados entre los cristianos, fueron expulsados como verdaderos animales fieros y salvajes que portaban la peste al país.

Se decretó el destierro apelando, entre otras cosas, como no a la moral cristiana católica apostólica romana, diciendo que había cristianos poco convencidos en un Estado defensor del catolicismo. Como el profesor José María Perceval indica en su artículo Asco y asquerosidad del morisco, " la comunidad cristiano vieja siente verdaderamente ese repelo ante su vecino morisco y éste sufre este aborrecimiento como algo cotidiano”. Así se fue forjando el inicio del racismo y la xenofobia ya que los mudéjares se consideraban seres inferiores que daban asco.

Esa visión de amenaza y desconfianza aún tiene su legado en nuestros días; Manuel Ardit, profesor de la Universidad de Valencia, distingue dos tendencias acerca de este capítulo de nuestra historia: “La moriscofobia, de odio o menosprecio hacia los moriscos, se inicia en el mismo momento en que están aquí. Con el Romanticismo, hay un cambio de tendencia y nace otra, la "moriscófola", o de amor”. Estas dos vertientes siguen teniendo lugar en el país con la nueva ola de inmigración africana; siglos más tarde no hemos progresado lo que deberíamos.